Quiero vender mi vivienda, ¿qué debo tener en cuenta?

Has decidido poner a la venta tu vivienda.

  • ¿Cuál será el precio?
  • ¿Es buen momento para vender o no?
  • ¿Tengo tiempo para enseñar yo mismo la vivienda?
  • ¿Conozco todos los trámites a realizar?
  • ¿Puedo promocionar bien la vivienda y posicionarla óptimamente en el mercado?
  • ¿Conozco la ley, los impuestos que debo pagar y todos los gastos que conlleva?
  • ¿Tengo tiempo para realizar todas esas gestiones?
  • ¿Puedo resolver los posibles inconvenientes que surjan y a tiempo?
  • ¿Conozco al comprador previamente a enseñar mi vivienda?
  • ¿Conozco si mi comprador realmente puede comprar mi vivienda?
  • ¿Estoy acostumbrado a cerrar tratos y a negociar con un posible comprador?

Estas y otras muchas preguntas serán las que te tienes que plantear. Si la respuesta a todas esas preguntas es afirmativa, entonces adelante:

Puedes vender tu vivienda sin necesidad de una inmobiliaria.

Si por el contrario prefieres dejar todas estas cuestiones en manos de un profesional que te de respuesta a todas estas preguntas y a muchas más que surgirán a lo largo de la venta de tu inmueble, entonces necesitas una inmobiliaria.

Llegados a este punto, si tu respuesta ha sido la de escoger los servicios de una inmobiliaria, ahora viene otra de las cuestiones: ¿Cuál elijo?

Bajo mi punto de vista, la respuesta es bastante sencilla: la agencia que te haya transmitido más confianza, buen trato y profesionalidad, sabiendo responderte a todas tus dudas sin titubeos, con excelentes referencias y experiencia. Poner a la venta tu inmueble no es algo que hagas a diario, ni tan siquiera una vez al año. Es una operación compleja y que requiere de un trato profesional y honesto, en la que hay que optimizar dinero, tiempo y un buen asesoramiento fiscal.

 

Julián Martín.